La industria manufacturera se ha convertido en un blanco principal para los ciberataques, una realidad que pone en riesgo la seguridad de la información, la continuidad operativa, la integridad física de los trabajadores y la infraestructura crítica.
Con la digitalización acelerada y la interconexión de sistemas, esta industria enfrenta desafíos únicos en ciberseguridad.
Los ataques de ransomware, por ejemplo, han duplicado su frecuencia en el sector, afectando gravemente las cadenas de suministro y la reputación de las empresas.
Además, el 93 % de las empresas han experimentado intentos de intrusión, con un 78 % sufriendo más de tres intentos en el último año. Estos ataques no sólo buscan interrumpir la producción, sino también robar propiedad intelectual y datos confidenciales, lo que puede tener un impacto financiero devastador.
Ante este panorama, es crucial que la industria manufacturera refuerce sus medidas de ciberseguridad y ciberresiliencia. Lo que exige la implementación de tecnologías avanzadas de:
- Protección, formación y concienciación de los empleados.
- Colaboración entre empresas y gobiernos para establecer estándares.
- Prácticas robustas de seguridad.
El sector debe estar preparado para enfrentar diversos tipos de ciberataques y trabajar proactivamente para protegerse. La ciberseguridad ya no es sólo una cuestión de IT, sino una prioridad estratégica que requiere un enfoque integral y multidisciplinario para salvaguardar el futuro de la manufactura en la era digital.
Desvelando las tácticas y motivaciones detrás de los ciberataques en la industria manufacturera
Las motivaciones detrás de los ciberataques en el sector manufacturero son diversas y complejas, y pueden variar según el tipo de ataque y el actor malicioso. Sin embargo, algunas de las motivaciones más comunes incluyen:
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Lucro económico:
- Ransomware: exigir rescates a cambio de la liberación de datos encriptados.
- Robo de propiedad intelectual (PI): vender la PI robada en el mercado negro o utilizarla para desarrollar productos falsificados.
- Interrupción de operaciones: extorsionar a las empresas para obtener pagos a cambio de restaurar las operaciones.
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Espionaje industrial:
- Robo de PI: obtener información confidencial sobre diseños de productos, fórmulas patentadas y secretos comerciales para la competencia.
- Sabotaje: dañar la reputación o la competitividad de una empresa.
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Vandalismo y activismo:
- Ataques de denegación de servicio (DoS): sobrecargar las redes y provocar fallos en los sistemas por motivos ideológicos o políticos.
- Hacktivismo: difundir información o interrumpir las operaciones para promover una causa social o política.
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Amenazas internas:
- Robo o venta de datos: empleados descontentos o negligentes que buscan obtener ganancias financieras o causar daño a la empresa.
- Espionaje: empleados que trabajan para competidores o agencias de inteligencia que buscan obtener información confidencial.
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Ciberterrorismo:
- Ataques a gran escala: causar daños generalizados o interrupciones en la infraestructura crítica con fines políticos o ideológicos.
Es importante destacar que las motivaciones pueden ser combinadas, es decir, un actor malicioso puede atacar con el objetivo de obtener un rescate financiero y, al mismo tiempo, causar daño a la reputación de la empresa.
Ejemplos de ataques cibernéticos exitosos en la industria manufacturera:
Norsk Hydro (2019): un ataque de ransomware de tipo Ryuk provocó la paralización de las operaciones globales de la empresa noruega de aluminio durante varias semanas, lo que le costó a la empresa un estimado de $70 millones.
Maersk (2017): un ataque de NotPetya interrumpió las operaciones de la empresa danesa de transporte marítimo durante varios días, lo que le costó a la empresa un estimado de $300 millones.
WannaCry (2017): este ataque de ransomware afectó a miles de empresas en todo el mundo, incluyendo muchas en el sector manufacturero. Se estima que el daño total causado por este ataque fue de miles de millones de dólares.
Triton/Trisis (2017): estos ataques dirigidos a sistemas de control industrial (ICS) tuvieron como objetivo a varias empresas manufactureras, incluyendo una planta petroquímica en Taiwán y una planta siderúrgica en Francia. Los ataques no causaron daños físicos, pero demostraron la vulnerabilidad de los sistemas ICS a los ciberataques.
APT29 (también conocido como «The Dukes» o «Cosy Bear»): este grupo de ciberespionaje respaldado por el estado ruso ha sido acusado de atacar a varias empresas manufactureras en los últimos años, robando propiedad intelectual y datos confidenciales.
Por todos estos motivos es importante que las organizaciones sean conscientes de los ciberataques en la industria manufacturera, y tomen medidas para protegerse.
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