Las redes operacionales de edificios, también conocidas como OT (Operational Technology), son el corazón de las infraestructuras modernas. Estas redes gestionan sistemas críticos como calefacción, ventilación, aire acondicionado (HVAC), control de acceso, sistemas de iluminación y ascensores. Sin embargo, su creciente conectividad a través del IoT las ha convertido en objetivos prioritarios para los ciberatacantes.
Claves para una protección eficaz en redes operacionales
La seguridad en las redes operacionales no puede depender únicamente de las estrategias tradicionales de IT. Es fundamental implementar enfoques específicos que combinen las mejores prácticas de ciberseguridad con las necesidades únicas de estas infraestructuras:
- Segmentación de redes: separar las redes operacionales de las redes corporativas para limitar el acceso no autorizado y minimizar el impacto de posibles brechas.
- Monitoreo continuo: implementar herramientas avanzadas de detección de amenazas para identificar anomalías en tiempo real.
- Protocolos de actualización: garantizar que el software y el hardware en sistemas operacionales estén siempre actualizados para cerrar vulnerabilidades conocidas.
- Autenticación robusta: emplear autenticación multifactorial (MFA) para proteger los accesos a sistemas críticos.
- Auditorías regulares: evaluar la seguridad de las redes operacionales periódicamente mediante simulaciones y pruebas de penetración.
Estas estrategias no sólo fortalecen la seguridad, sino que también permiten una respuesta más ágil ante incidentes cibernéticos.
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Principales riesgos de ciberseguridad en edificios
La ciberseguridad en redes operacionales enfrenta desafíos únicos debido a la naturaleza de los sistemas que protegen:
- Conexiones IoT no seguras: muchos dispositivos IoT carecen de configuraciones de seguridad robustas, lo que los convierte en puertas de entrada para atacantes.
- Ataques de ransomware: los ciberdelincuentes pueden paralizar sistemas esenciales como HVAC o ascensores, exigiendo rescates financieros.
- Interrupciones en sistemas críticos: los ataques dirigidos pueden desactivar alarmas de seguridad, sistemas de acceso o incluso servicios básicos de los edificios.
- Falta de actualización: el hardware operativo suele tener ciclos de vida más largos y, a menudo, opera con software obsoleto vulnerable a ataques conocidos.
Para proteger los sistemas de los edificios y garantizar la continuidad operativa, se deben adoptar medidas proactivas y específicas en la ciberseguridad de redes operacionales, lo que evitará interrupciones costosas, además de posibles daños a los usuarios.
En un mundo cada vez más digitalizado, la inversión en seguridad es indispensable para la resiliencia de cualquier infraestructura moderna.
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