La seguridad en la nube es un tema de gran relevancia en la era digital, especialmente para las empresas que almacenan y procesan datos sensibles en servicios en línea. Sin embargo, el uso de la nube también implica riesgos y desafíos que deben ser abordados con una estrategia adecuada y herramientas eficaces.
Seguridad en la nube en América Latina
Según el Reporte Ciberseguridad 2020 del Banco Interamericano de Desarrollo y la Organización de los Estados Americanos, América Latina y el Caribe han avanzado significativamente en el desarrollo de políticas y prácticas de ciberseguridad desde 2016, pero aún presentan brechas importantes en las cinco dimensiones que definen la capacidad de seguridad cibernética: política, legal, organizativa, técnica y social.
En particular, el reporte destaca que la región tiene un bajo nivel de adopción de servicios en la nube, debido a factores como el costo, la falta de confianza, la escasez de personal capacitado y la ausencia de regulaciones específicas. Sin embargo, también señala que la pandemia de COVID-19 ha impulsado el uso de la nube como una forma de facilitar el trabajo remoto, la educación a distancia y la prestación de servicios públicos y privados.
Por lo tanto, se espera que la demanda de servicios en la nube aumente en los próximos años, lo que plantea nuevos desafíos para garantizar la seguridad de los datos e infraestructuras en línea. Algunos de estos desafíos son:
- La protección de los datos personales y confidenciales frente a posibles accesos no autorizados, robos o filtraciones por parte de actores maliciosos o proveedores de servicios en la nube.
- El cumplimiento de las normativas locales e internacionales sobre protección de datos, privacidad y seguridad cibernética, que pueden variar según el país o el sector de actividad.
- La gestión de los riesgos asociados a la dependencia de proveedores externos, que pueden sufrir interrupciones, vulnerabilidades o incidentes que afecten a la disponibilidad, integridad o confidencialidad de los servicios en la nube.
- La capacitación y concientización del personal y los usuarios sobre las buenas prácticas de seguridad en la nube, así como el desarrollo de habilidades técnicas para implementar y monitorear las medidas de protección adecuadas.
Mejores prácticas y herramientas
Para enfrentar estos desafíos, es necesario adoptar una visión integral y estratégica de la seguridad en la nube, que involucre a todos los actores relevantes: gobiernos, empresas, proveedores, academia y sociedad civil. Algunas posibles soluciones son:
- Establecer marcos legales y regulatorios claros y armonizados sobre seguridad en la nube, que fomenten la confianza, el respeto por los derechos humanos y la cooperación entre los países de la región.
- Implementar estándares internacionales y buenas prácticas de seguridad en la nube, como los propuestos por organismos como ISO/IEC, NIST o CSA, que orienten el diseño, desarrollo y operación de los servicios en línea.
- Elegir proveedores de servicios en la nube confiables y transparentes, que ofrezcan garantías sobre el nivel de seguridad, privacidad y cumplimiento normativo que ofrecen a sus clientes.
- Utilizar herramientas tecnológicas avanzadas para proteger los datos e infraestructuras en la nube, como el cifrado, la autenticación multifactorial, el monitoreo continuo o el aprendizaje automático.
- Capacitar y concientizar al personal y a los usuarios sobre los riesgos y beneficios de usar servicios en la nube, así como sobre las medidas preventivas y correctivas que deben adoptar para evitar incidentes o mitigar sus consecuencias.
Por otra parte, para aplicar la ciberseguridad en la nube durante el 2023 en Latinoamérica, se deben tener en cuenta algunos aspectos clave, como por ejemplo:
– Elegir un proveedor de servicios de nube confiable y certificado que cumpla con los estándares de seguridad y privacidad, y que ofrezca garantías de protección de los datos y de recuperación ante incidentes.
– Implementar medidas de seguridad propias, como el cifrado de los datos, el uso de contraseñas seguras y la autenticación de dos factores, el control de los accesos y permisos, y la realización de copias de seguridad periódicas.
– Capacitar al personal sobre las buenas prácticas de ciberseguridad en la nube, como evitar el phishing, el uso compartido de cuentas o dispositivos, o el acceso a redes públicas o inseguras.
– Mantenerse actualizado sobre las tendencias y amenazas de ciberseguridad en la nube, y adoptar las soluciones y herramientas adecuadas para prevenir, detectar y responder a los ataques.
La ciberseguridad en la nube es un tema cada vez más relevante, especialmente porque ofrece ventajas como la escalabilidad, la flexibilidad y la reducción de costos, pero también implica riesgos como el acceso no autorizado, la pérdida o el robo de información, o el sabotaje de los sistemas.
La seguridad en la nube es un aspecto clave para el desarrollo económico y social de América Latina, que requiere de una mayor atención y acción por parte de todos los sectores involucrados. Sólo así se podrá aprovechar el potencial de la nube para mejorar la productividad, la innovación y la inclusión en la región, sin comprometer la seguridad de los datos e infraestructuras en línea.
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