Todavía nos encontramos en la era de la web 2.0; sin embargo, comienzan a establecerse los pilares que darán forma a la web 3.0, o la web semántica, como la han denominado.
La web 2.0 ha resultado efectiva y cumple con su propósito. Fue promovida como la web social y, analizando sus puntos fuertes, tiene muchos sitios que facilitan la interacción y compartir información, la interoperabilidad, el diseño centrado en el usuario y, por supuesto, la colaboración en la World Wide Web. Ahora, cada vez más, aumentan los usuarios creadores de contenido, como también los desarrolladores que se hacen partícipes con las herramientas de códigos abiertos, como lo hablamos en la edición 14 de Sistemas Operativos, y lo repetimos en esta edición 15 con los navegadores de código abierto.
En resumen, la 2.0 está comenzando una transición a la 3.0: la web semántica.
El futuro de la navegación es la web 3.0
Siguiendo la definición de la semántica, propone una web con una gran variedad de aspectos del significado, es decir, hacerla más inteligente y abierta. Sería también más personalizada a la búsqueda puntual. De hecho, World Wide Web Consortium (W3C), la definió como:
La Web Semántica es una Web extendida, dotada de mayor significado, en la que cualquier usuario en Internet podrá encontrar respuestas a sus preguntas de forma más rápida y sencilla gracias a una información mejor definida. Al dotar a la Web de más significado y, por lo tanto, de más semántica, se pueden obtener soluciones a problemas habituales en la búsqueda de información gracias a la utilización de una infraestructura común, mediante la cual, es posible compartir, procesar y transferir información de forma sencilla. Esta Web extendida y basada en el significado, se apoya en lenguajes universales que resuelven los problemas ocasionados por una Web carente de semántica en la que, en ocasiones, el acceso a la información se convierte en una tarea difícil y frustrante.
Pero, la principal puerta para permitir la entrada a la web y todos los mundos de la internet, son los navegadores, los cuales continúan siendo una herramienta casi imprescindible.
Los vistazos que podemos ver de estos pilares de la web 3.0 son el algoritmo, la inteligencia artificial (como Siri de Apple, o Alexa de Amazon), big data, NFT, automatización de tareas y, por supuesto, el blockchain y las criptomonedas. Sin embargo, siguen desarrollándose otras ideas.
Acorde con IEBS: «Lo que sí parece es que la Web 3.0 se centrará principalmente en los datos. Estos datos son infinitos y, por eso, es necesario diseñar una tecnología y una arquitectura de almacenamiento apropiadas».
Los pilares de la web 3.0 serán los navegadores y el blockchain
Ahora, el blockchain tiene una reputación muy centrada en criptomonedas, pero es más que eso. Esto viene de su sentido literal; una cadena de bloques que poseen información codificada de una transacción en la red. El ser una «cadena» es estar entrelazados, transfiriendo datos o valor. Resulta completamente agradable al público y sigue aumentando sus usos por la codificación segura, la cual es posible por la criptografía.
La tecnología blockchain ha sido aplicada en diferentes áreas, como la económica y la científica. Fue promovida por:
- La desconfianza de intermediarios, sobre todo en transacciones económicas
- La falta de privacidad, como las comunicaciones poco seguras, libertad de expresión y privacidad en línea
- La encriptación para la información compartida en línea; nuevamente, mayor seguridad
Hasta el momento, la propuesta es mejorar la experiencia web con los navegadores a través de las tecnologías blockchain. De hecho, Santander tiene algo que acotar. Para ellos, la web 3.0 será «una red más segura, antimonopolio, pro privacidad, interoperable y con un uso más natural, de manera que se integrará mejor de acuerdo con nuestras necesidades —todo gracias a las ventajas que proporciona la tecnología blockchain.» Así que, aprovechar esta tecnología blockchain es una forma de cambiar el manejo y gestión de la información en el entorno digital.
Así, se crea una utilidad híbrida entre los navegadores y las tecnologías blockchain, como un software. Es decir, mientras los navegadores seguirán como la base principal, este es capaz de tolerar mejoras para dar una mejor experiencia. Según Observatorio Blockchain, la web 3.0 unirá lo mejor de estos dos para dar:
Una web con capacidades para crear contenido directamente accesible sin abrir el navegador, con capacidad de usar nuestro hardware de forma casi nativa. Con capacidad para usar inteligencia artificial, tecnología 3D, realidad virtual y con funcionamiento federado o directamente descentralizada.
Detrás del mundo virtual, existen millones de personas trabajando por hacer posibles los sueños de la humanidad. ¿Serán positivos o negativos?, ¿efectivos o un fracaso? No lo sabremos; sólo quedará seguir observando los avances y esperar lo mejor de las tecnologías que une la web 3.0.
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