El origen del correo electrónico no tiene millones de años en la humanidad, pero, pese a su breve vida, que en el 2021 cumplía media década, se ha vuelto una de las herramientas de comunicación preferida y muy útil para distintos campos.
Inicialmente, el correo electrónico tenía una utilidad académica. Fueron los investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) quienes lo desarrollaron como un sistema de mensajería interna; es decir, únicamente entre investigadores del instituto. Por eso, difiere bastante del modelo actual del correo, y este sólo era el comienzo.
El origen del correo electrónico fue, en sus comienzos, algo académico
Cambió un poco para 1971, con un sistema más similar al actual. Desarrollado por Ray Tomlinson, era un buzón digital personal que recibía mensajes y el símbolo de arroba permitía conectarse con un computador en específico. De hecho, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de EE. UU. (Darpa) lo implementó.
Desde 1973 hasta 1977 siguieron incrementando mejoras, lo que incluía campos del remitente, destinatario, y la posibilidad de hacer reenvío. En su momento, atrajo la atención de todos, tanto que en 1976 la reina Isabel II fue la primera jefa de Estado de una nación en comunicarse usando el correo electrónico.
En los orígenes del correo electrónico, este no era muy utilizado para mensajes masivos, lo que cambió en 1978 con Gary Thuerk, enviando un anuncio a 300 direcciones, lo que le dio el título de «padre del marketing por correo electrónico». Es considerado realmente un spam, porque muchos no aceptaron previamente la recepción del mensaje. Esta campaña generó 13 millones de dólares en ventas de computadoras para Digital Equipment Corporation. La campaña se extendió hasta 1998.
Cabe destacar que el uso masivo de usuarios no fue posible hasta Microsoft Mail. Principalmente, fue a Mac OS y AppleTalk Network en 1988, y luego el relanzamiento en 1991 permitió a DOS y Windows. 1992 también presentó otra mejora: adjuntar archivos, ya que en sus inicios era solamente texto.
Microsoft Mail lideró la novedad. Luego, fue cambiando en sus sucesores Microsoft Outlook en 1993, Hotmail en 1996, y Yahoo Mail y Gmail, posteriormente. Esto causó un furor similar al de las redes sociales; todos poseían su dirección de correo electrónico. Por supuesto, existía el riesgo de los ataques phishing y spam, en el que todos, por experiencia, aprendían a defenderse o identificar el daño.
Pasando a ser una herramienta global
En el 2003, se presenció otra gran intervención: la utilidad en dispositivos móviles, gracias a BlackBerry. El buzón de correos podría visualizarse desde el dispositivo móvil, en cualquier lugar. Aunque era sólo para correspondencia profesional, fue captando a todo el público hasta volverse personal. Así, siguió creciendo hasta que iPhone mejoró la adopción del correo móvil en todo el mundo.
El mismo hecho de que estuviera tan presente en la vida de las personas, hizo que se volviera molesto. Hubo formas complicadas de aprender a darse de baja de los correos. Todos querían recibir únicamente lo importante y necesario. Con todo esto, siguió mejorando hasta dar posibilidades como las de hoy: elegir qué recibir y qué no. Pese a que por un tiempo las redes sociales minimizaron el uso del correo, en los últimos años se ha visto un nuevo posicionamiento del email marketing con grandes resultados, listas específicas de mensajes y millones de utilidades.
El origen del correo electrónico permite ver cómo algo que parecía olvidado o sin funcionalidad, evoluciona en el tiempo y desarrolla nuevas formas de ser útil, lo que creemos seguirá sucediendo con el correo electrónico. Siempre tendrá nuevas formas de ser aplicado y no se perderá su beneficio de comunicación directa.
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